PERSONAJES, CUENTOS, MITOS, CARTAS Y LEYENDAS
NORTE CAUCANAS
atilano zuloaga
311-6079516
Contaba Mi abuelo el Caucano, como en sus épocas de mozo, cuando estudiaba en colegio de pueblo friano, iniciando sus estudios de bachillerato, prohibido les tenían a estudiantes del colegio juego de billar y tragos. La prohibición despertaba curiosidad en los estudiantes, y con mayor insistencia la prohibición transgredían, ideándose las trampas contra la apológica medida.
Entre una y otra escapada, a jugar billar y tomar chirrinche en aquel pueblo friano, los osados transgresores de las normas ejemplares, se iban a tomar tragos a La Ultima Lagrima después de misa los domingos, incluido el Domingo de Ramos.
En una de esas juergas de entre risas y llantos, madrazos riñas y cantos, los infractores propusieron una apuesta, de visitar a los muertos en las horas de la noche. Cual es el valiente que apostará pal refajo. Yo contestó al unísono el grupo de los estudiantes. Luego vinieron risas que al calor del aguardiente terminaban con llanto, se miaron en los calzones, se abrazaron y gritaron, hasta que al fin de tanto y tanto, la apuesta concretaron. Debía ir al Camposanto a la nueve de la noche, el primer valiente de dos que solo quedaron al concertar la propuesta. Para determinar cual seria el primero en ir a casa del arcano, a la cara y sello tiraron una moneda de plata que les prestó el tendero, moneda que a las diez de últimas no fue devuelta al mercader entre sus manos.
Al que le toco primero el Camposanto visitar, le tocaba su visita comprobar, dejando clavado un clavo en la tumba de un difunto fulano del pueblo reconocido. Se proveyeron de clavos, de seis pulgadas por cierto, martillo, ruana, linterna y trago para el osado estudiante, que ambientado por el dios Baco se sentía envalentonado.
Se dirigió el primer apostador a los apartamentos de La Parca y entrando raudo y sereno hasta la tumba llegó y el clavo allí lo clavó, despertando allí mismito al ánima de de Don Zenón, que al dar la espalda el estudiante de la ruana lo agarró. El estudiante valiente asustado por el muerto, como pudo por el ojete de la ruana su cabeza sacó, escapando cual Villadiego pensando en su interior: El muerto, El muerto me agarró. No lo alcanzó a pensar tres veces y en la puerta del cementerio su cuerpo desmayado en el piso yermo cayó.
Ante el pasar del tiempo sin el valiente estudiante a La Ultima Lagrima regresar, sus amigos preocupados empezaron a pensar: Algo raro esta pasando pues pasa ya largo tiempo y no regresa el Valentón. Se organizó una comisión que al panteón se dirigió, llevando el rosario de la Señora de Casa y dirigida por el anfitrión. Pronto tuvieron sorpresa: en la entrada del panteón, cuando encontraron tirado al valiente de los clavos clavador, sin la ruana y el morral donde media carroñosa de guaro y linterna el valiente se llevó. Revivieron al moribundo desmayado valentón preguntándole con insistencia: Que fue lo que te pasó? contestando muy asustado: Pues el muerto me agarró y casi que me ahorca en el ojete del ruanòn. Buscaron por todas partes la ruana y el morralòn, llevándose la sorpresa de que el valiente estudiante su ruana también clavó en la tumba del difunto cuando con puntilla seis pulgadas el mausoleo apuntilló.
DOS TUERTOS NO SE CHOCAN
atilano zuloaga
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Estaba el tuerto Ubaldino tomando guaro en la fonda montando su yegua La Avispa cuando como atraído por el viento el tuerto Borja apareció. Dicen unos que Borja iba al velorio de un pariente cercano que muerto se había ido para un mundo muy lejano. Otros dicen que mentira, que ya la tenían casada, que en La Arrobleda hace un año se habían trenzado en disputa, dirimiendose por una dama de nombre doña Restituta. “ El Charro Negro” que tambien así llamaban, jaloneaba del cabestro a la novia de Rocinantes que jadeante el pescuezo estiraba después de media jornada de jaloneo de su jinete. Media botella roñosa de guaro y copa grande en el mostrador tenía el jinete de un solo ojo y dicen también los chismosos que un solo improperio entre dientes a su símil lanzó cuando con un solo ojo al negro Borja allí vio. Ahí llego ese hijueputa que en la jeta ya me dio. Tambien dijeron algunos que el Charro Negro en ningún momento ofendió, que fue el tuerto Borja que el incendio provocó.
En cuanto a lo que a mi me consta, yo se los quiero contar, sin mirar antecedentes de quien pudo provocar aquel incidente incierto que ciego pudo dejar al tuerto que aseguraba: “ dos tuertos no se pueden chocar.” Cuando apareció en la fonda el felino tuerto Borja, que por primera vez yo vi., llegó comprando tabacos, café azúcar y pan. Véndame dos cartuchos de café UD. don José, tres tabacos de los comunes, de azúcar me da una libra y cincuenta pesos de pan. Ubaldino que se encontraba entre puerta y mostrador se dirigió al tuerto Borja y un tintero le brindó. Tómate un trago Borja, uno de estos pa barón. Yo no tomo trago, contestó el tuerto bocón, abriendo la boca de oreja a oreja como buen negro bembón. Te lo tomas por las buenas o por la malas tambien, o te lo hecho en tu cara, pa que sepas quien soy yo, pues yo te he visto tomando y hoy me desprecias a mi, como si lo que yo te brindo sea mierda para ti. Te lo tomas o te lo tomas, pues lo sabes tu muy bien, que dos tuertos no se chocan, pero si no te lo tomas, si nos chocaremos hoy. Mientras Ubaldino sirvió el trago, en muy breve tiempo, casi que en un santiamén, de la fonda Salió el tuerto Borja y al instante regresó. Yo le vi, alguien dijo, que entre sus manos dos panes envueltos en papel llevaba y en su morral acomodaba el azúcar y el café. Estaba Borja echando los tabacos al bolsillo y en ese mismo momento el Charro Negro insistió: te tomas el trago Borja o te lo voy a estregar, en la cara negro ingrato que me vienes a despreciar. Alzó Ubaldino la copa queriendo a Borja mojar, en su cabeza y la cara con el guaro despreciao. Apenas alzó la copa, el Ubaldino gruñón, cuando con el pan envuelto en la cara recibió un mensaje a las tinieblas de su par el tuerto bembón que dejarlo en total oscuras como que era su intención. Una piedra envuelta como mendrugo de pan el tuerto Borja tenía descargándola con la izquierda entre los cuernos del chalán, pero afortunadamente el golpe la ceja solo rompió, manando de allí la sangre que el ojo bueno invadió dejando al chalán de marras a oscuras y cegatòn.
Sorprendido por la sorpresa de aquel tuerto cimarrón el Charro Negro ahí mismito la mano al fierro mandó y la espada tres canales de su cubierta sacó, buscando, cuan Quijote de la Mancha , molinos pa demoler, encontrándo solo un poste en el corredor en la fonda del lugar. Varios golpes con el suncho al pobre poste le dio: por el lomo, por la plancha y por el filo tambien, mas no encontró al tuerto Borja que como bruja voló perdiéndose en la penumbra de un camino culebrón, dejando solo el recuerdo de piedras otro montón tras el poste de las cuerdas junto a la casa de Zenón, cuan trinchera de refuerzo para ese tuerto collón, que se chocó con Ubaldino y corriendo
salió, diciendo los que se van , cuando le dio entre los cachos con piedra en papel envuelta como mendrugo de pan.
DE TU AGUA NO VUELVO A BEBER
atilano zuloaga
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Celedonio era un campesino acomodado, que tenia, aparte de la parcela donde vivía, una finquita en la vega y otra en Monte Oscuro al otro lado del río, en la vereda El Silencio. Desde el verano del l2, su asentamiento fue la vega, pero en el 48, la violencia lo sacó y en el Llano Grande La Dominga su domicilio arraigó .Ya por el 75 último invierno del siglo pasao buena parte del Valle del Cauca se inundó, fenómeno climático del que Celedonio no escapó. Cuando realizaba la visita a Monte Oscuro el río Palo a Celedonio le tocaba vadear montando su caballo Bayo y la marcha continuar a la finca del Silencio para los frutos cosechar, teniendo la mejor de sus fincas en la vega del río, en el lado occidental, finca productora de tabaco, plátano, cacao, hojebiao, y de frutales tambien. En uno de esos viajes para las fincas visitar, llegó Celedonio al predio de la vega y solo restos de plantas y escombros encontró en lo que antes fue su finca que con tanto amor plantó. Se quedó mirando perplejo lo que la naturaleza dejó, que una vez pasada la creciente, solo un playón se quedó. Miró en silencio solemne el paisaje del rededor tragándose el tabaco por la candela y liberando un lagrimón. Miró el río lecho arriba, y luego hacia abajo miró, pronunciando algo intangible y volteando su espaldon subió en su mancobero bayo y marchando al llano volvió, a comunicarle a su amada lo que en la vega pasó. Luego de charlar un rato con su abnegada mujer de ella se despidió, diciéndole: mija pa esas voy. Mijo no seas tan necio, guarda los títulos por Dios, que para la Caja Agraria yo voy, a pedir que nos aplacen la cuota, por el crédito del arroz. Celedonio enojado razón alguna por Dios no escuchó y sacando unos papeles de su viejo baúl en un santiamén en su caballo de nuevo montó y a la vega se dirigió. Marchó a paso de galope fumando tabaco y tomándose tambien un guarilaque del que su comadre Juana media roñosa en el camino le fió. Llegó a la orilla del río, ya casi al anochecer cuando varios campesinos el río trataban vadear antes que el aguacero cayera y en el ocaso el sol tambien. Dicen estos transeúntes que presenciar les tocó, que Celedonio palabras balbuceaba y tirando al río unos papeles, estas palabras gritó: TE LLEVASTE LA FINCA HIJUEPUTA , LLEVATE LAS ESCRITURAS TAMBIEN, RIO DE AGUAS CONTAMINADAS DE TU AGUA NO VUELVO A BEBER.
P.D. . Celedonio no volvió a vadear el río y para visitar la finca de Monte Oscuro, daba la vuelta por el puente cemento de Guachené para el río pasar El agua pa beber la llevaba del río Gualì.
Jamundí, diciembre del 2.010
ME GANASTES EN BAILE PERO EN PINTA ESO SINO
atilano zuloaga
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Érase Viejo Billí un negro residente en San Nicolas
Que bailando era genial y vistiendo era otra cosa
Y gustaba del folclor castigando la baldosa
De la tierra era amigo para cosechar los frutos
Pero solo a la finca entraba a recolectar cacao y racimos de bananos
Montado en su yegua platanera la encargada de la limpieza
Pues Billi sostenía que cacao y plátano en el monte se daban
Por ser como eran parte de la naturaleza.
Nunca Billí echó un palazo en la finca, declarándose amigo de la tierra,
Pues la pala era el azote del planeta
Por lo que consideraba castigarla solo en la baldosa.
Consideraba también la pala enemiga del hombre y de la tierra,
Pues al hombre en sus manos cayos le daba
Y a la tierra erosión le causaba
En una faena de baile que Billi concursaba en Caloto finalista quedó
y aunque le pegaba duro a la baldosa
El jurado lo declara perdedor
Inconforme con el fallo a su oponente ganador Billi se dirigió
Y estas palabras le gritó:
ME GANASTE EN BAILE PERO EN LA PINTA ESO SI NO
PIMPO SE MURIO TU MAMÁ
atilano zuloaga
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Viejo PIMPO era un negro come plátano que en Villa Rica vivía
Derivando los sustentos de la finca que tenia a las orillas del río Cauca
Bocas del Palo pa arriba.
Fue en una tarde de esas frías por la lluvia que en abril caía
Cuando llegó a su parcela el sobrino del tío que huérfano quedo ese día
Ante la muerte de su madre, señora Rosa Maria
Tío Pimpo se murió abuelita, y yo le vengo a UD. Avisar, montando la moto de tío Chucho Para al pueblo a UD. Llevar.
Sobrino, bien puedes irte en la moto de hermano Chucho
Que yo en la buseta me voy pues hoy no he comido nada y un arroz voy a preparar
Para con la barriga vacía al velorio no llegar
atilano zuloaga
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Cansado de laborar en el rebusque llegó el hijo de la mamá a su vivienda, encontrando de entrada un vacío humano en el primer nivel de la casa. Extrañado por la ausencia de su gente, partió gradas arriba en busca de una respuesta. Al llegar a la segunda planta escuchó bullicio y risas provenientes de la terraza. Hizo una pausa en ese segundo piso para escuchar sobre lo que sucedía en el nivel de mas arriba. Las risas y los gritos no dejaron entender lo que acontecía. Ante lo infructuoso de su investigación escalando gradas siguió para llegar de sorpresa donde se reunía su familia menor. Hermanos, hijos, sobrinos y entenados allá arriba se encontraban, guardando un solemne silencio cuando los pasos de José Antonio escucharon Que es lo que aquí esta pasando que ahora se quedan callados después de semejante alboroto que han ustedes causado. Los presentes callados quedaron mirándose unos a otros como embobados. Exijo una respuesta pues de otra manera me verán ustedes obligado a interrogar de uno en uno y a todos por separado. Ante la amenaza de juicio anunciado, saltó al escenario uno de los presentes en defensa de los incriminados. Nada malo aquí sucede Pá. solo es que estamos gravando los sucesos de la tienda de la abuela, de cómo es que se atiende a los clientes del mercado. Escuche Ud. La grabación, entérese de lo que ha pasado. Prendieron el aparato donde habían grabado los diálogos del mercado, escuchándose de esta manera el cuento enunciado: Buenas días doña Leonor, mando a decir mamá que le fíe unas cositas para el almuerzo. Diga Ud. Niño que es lo que necesitan, trajo lista o lo sabe de memoria. No doña Leonor de memoria nó, aquí traigo la lista. Leyó Doña Leonor la lista y preguntó de nuevo al niño: trajo UD. morral o canasto? yo aquí no tengo en que echarle las cosas, las chuspas se acabaron. Si señora, aquí traigo esta talega que me prestó abuelita. Bueno empecemos pues, reciba mijo. Dos libras de arroz, tres libras de papas, media libra de café, una libra de manteca, dos botellas de leche, una libra de azúcar, una libra de sal, cuatro plátanos pintones para hacer tostones y dos que estén maduros como para fritar, veinte pesos de pan tostado y dos panelas cuadradas. Ay mijo las panelas cuadradas están quemadas, muy malitas, tome estos treinta pesos y las compra en la tienda de la esquina que esas si están blanquitas. Estaba pasándole los treinta pesos doña Leonor al niño cuando salio José Antonio que se encontraba escuchando desde la sala la transacción comercial e interponiéndose entre su madre y el niño mandadero tomó los treinta pesos del mostrador, manifestándole a doña Leonor: No solamente está Ud. Fiando el chuzo sino además encimando plata, no ve los estantes que vacíos están quedando? y UD fiando y encimando el poquito de plata que queda? UD. No se meta contestó doña Leonor y arrebatando los treinta pesos a su hijo, se dirigió al niño manifestando: pobre gente, aguantando hambre, tome mijo vaya y compre las panelas, QUE AQUÍ LA QUE MANDO SOY YO !
Jamundi, último día del mes de septiembre año 2.011
DEJALO QUE PEGUE QUE PARA ESO ES MARIDO
atilano zuloaga
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Centrada estaba la discusión entre dos contertulios ebrios sobre el año internacional en defensa de las mujeres, esos pobres seres indefensos e inermes victimas del maltrato y la violencia de sus parejas machistas .El uno decía que no, que a las mujeres no, no se les debía tocar ni con el pétalo de una rosa. El otro decía que si había que castigarlas dándoles harto con el falo del amor y no con la porra caimanera. Un trago iba y otro venia y los dos borrachos en la discusión seguían y aunque en el fondo igual pensaban en nada de acuerdo se ponían. Esas son las mujeres compadre, para quererlas Dios nos las dio. Nos las dio, no compadre, solo a mi diosito me dio una mujer como la mía que en la casa UD. la vio, antes de venir a tomarnos estos tragos de aguardiente cerveza y ron. Esa resignada mujer que merca con solo dos pesos y sus amigas como Bartola la bautizaron. En cambio UD. compadre nada a su mujer le da para que compre remesa, mas no se que será lo que UD. da a esa hembra que hay ya lo viene a buscar. En eso llegó brava la mencionada mujer y se puso a gritar :Pa tomar trago si tenés plata pero pa la casa nó ni pa calzones pa yó. Sinverguenza mal marido te vas conmigo pa la casa que allá te tengo una tacita de caldo de palomo biche pa que tomes y luego te eches a dormir pues llevas bebiendo tres dias y me abandonas a yo, que solita con este frio estoy durmiendo como huérfana en el colchón. No me azares la vida mujer déjame tomar esta media que yo casi ya me voy. Restituta muy enojada por el cuello a su marido agarró y este reacionando como loco una trompada le pegó. Salto el compadre contertulio y a su compadre cochas estas forma le habló. A las mujeres ni con el pétalo de una rosa, y la golpeada respondió: UD. NO SE META DÉJELO QUE ME PEGUE QUE PARA ESO ES MI MARIDO.
Jamundí, diciembre del 2015
Señor Don
Jamundí, diciembre del 2015
Señor Don
NELSON
MORENO HOLGUIN
Programa
Los Adoloridos
Radio
Calidad, R. C. N. Cali
atilano zuloaga
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Felicitaciones por el programa
Los Adoloridos bajo su jocosa y altruista dirección. Nadie hace la siesta sin
escuchar ese programa que tanto necesitamos para sonreír cuando no carcajear y disfrutar la vida. Lo de los matrimonios me
parece algo extraordinario para rescatar
la Familia. Escucho
el programa hace muchos años, al principio mi mamá me regañaba, después yo me
quedaba dormido y ella me llamaba diciéndome: Prenda el radio que ya es hora de
los adoloridos. Antes decía: ya esta escuchando a ese grosero de Nelson NO ?
Bueno Don Nelson, al grano.
Escribo esta con el fin de encontrar una dama con sueños, propósitos y proyecto de vida. Soy un hombre de 63 años,
ochavón con apariencia de blanco y alma de negro pues mi idiosincrasia se
estructuró bajo la cultura de mi tierra natal un Puerto Fluvial Colombiano. Me
gusta la lectura, la investigación, la música, el baile, el campo, el vino. Soy
profesional retirado pero realizo otras actividades laborales. Don Nelson soy
un hombre feliz que me ha ido bien en el amor a pesar de tres finales abruptos con las mujeres. La primera
le di estudio y finca y no mas se graduó me dejó. La segunda le regale casa y
le di estudio. Igual me pagó. La ultima don Nelson, le di estudio, apartamento
en el Ingenio y carro. Ocho días antes de graduarse de mi se alejo y ahora
tiene al nuevo marido pirateando el carro que le regalé.
Bueno Don Nelson el mundo sigue
girando y yo aplicando la filosofía de Guillermo, el del cucarrón que se da contra la pared. Deseo conocer una dama alegre,
profesional, estudiante o mínimo bachiller que le guste el estudio, de
piel oscura, una negra que no se haga llamar morena afro colombiana o trigueña,
una mujer que se sienta orgullosa de ser negra.
Atentamente,
MISTER SOLO
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